Un joven de SAO viajaba al Valle con bultos de pescado y mariscos sin declarar. Fueron secuestrados por no poder determinar su procedencia.
Se viene Semana Santa, la época del año en la que se incrementa la venta de pescado. Y, también, el riesgo por consumir productos de mar o lagos en mal estado. Que se trate de productos frescos y bien conservados es vital a la hora de consumir cualquier alimento, pero especialmente pescado.
Un joven de 22 años fue descubierto el sábado, en Choele Choel, intentando burlar el control policial de la Caminera con una carga clandestina de pescados. El hombre, oriundo de San Antonio Oeste, pretendía transportar una carga de diferentes tipos de pescados con destino al Alto Valle, pero su ardid quedó al descubierto cuando el oficial en ruta decidió revisar la carga.
Se presume que los pescados tenían como destino diferentes comercios del Alto Valle, que buscan abastecerse para el pico de consumo de pescados y mariscos a raíz de la celebración religiosa.
El sujeto exhibió una documentación del Senasa que autorizaba el traslado de 10 cajones de pescado, equivalentes a unos 250 kilos. Sin embargo, el precinto colocado por la autoridad sanitaria de origen estaba cortado, algo que llamó la atención de las autoridades.
Ante esta situación, se le solicitó al joven que abriera la compuerta trasera de la camioneta Fiorino. A simple vista, se podía observar que la cantidad de bultos que llevaba era superior a lo declarado. El conteo final reveló que trasladaba 18 cajas de merluza y otras 16 de variadas especies marinas.
Ante este hallazgo, la inspectoría de la dirección de Ganadería con jurisdicción en Valle Medio intervino y ordenó el decomiso de la totalidad de la carga. Este decomiso fue dispuesto debido a que se había violentado el espíritu de la ley 2534, que regula el transporte y comercialización de productos marinos.
Cómo confirmar que el pescado es fresco
Quienes no están habituados al consumo de pescado y lo hacen por Semana Santa, pueden tener dificultades para saber si están comprando un producto fresco.
Desde el Municipio brindaron consejos a tener en cuenta para poder confirmar el buen estado de los pescados. Si se trata de un pescado entero hay que verificar que no estén muy juntos ni aplastados, y verificar el olor.
“Es un mito que el pescado tiene que tener ese olor característico; si hay mucho olor quiere decir que comenzó el proceso de descomposición. Lo ideal es el olor a mar”, detallaron especialistas de Bromatología. Respecto de los mariscos se señaló que “deben tener olor suave y fresco, consistencia firme y piel brillante, con la cabeza y las patas que no se desprendan fácilmente del cuerpo en el caso de langostinos, calamares, y para los bivalvos (mejillones, almejas, etc.) las cáscaras deben estar completas y bien cerradas”.
Agregaron que también hay que verificar el estado de los ojos. Deben estar brillosos y no hundidos, y la pupila bien negra. “También se le puede apoyar un dedo encima y advertir que la carne no esté muy blanda”, alertaron.
En el caso de productos fraccionados o congelados, los paquetes deben contar con la información del origen del producto y la fecha de vencimiento.
Fuente LMC
