El ídolo de Boca y el expresidente del club compartieron espacio en Asunción durante la 75° convención de la FIFA, en un cruce silencioso que reaviva viejas rivalidades.
La 75ª convención de la FIFA celebrada este jueves en el centro de convenciones de la Conmebol en Asunción no solo fue escenario de discursos y camaradería internacional, sino también de un tenso reencuentro entre dos pesos pesados del mundo Boca: Juan Román Riquelme y Mauricio Macri.
Ambos participaron del evento, pero no cruzaron palabra, manteniéndose en extremos opuestos tanto del recinto como de la política xeneize. La escena reflejó el nivel de enemistad irreconciliable que mantienen desde hace más de dos décadas, con un capítulo reciente en las elecciones de diciembre pasado, donde Macri fue candidato a vicepresidente por la oposición y Riquelme resultó reelecto como presidente del club.
Una coincidencia cargada de simbolismo
Según fuentes presentes, Macri habría deslizado un “ojalá que no me lo cruce” al llegar, mientras que Riquelme optó por mantenerse cerca de Nery Pumpido y del presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, con quien compartió momentos distendidos. Durante la cena de gala, se lo vio incluso abrazándose con el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, en una foto que generó ruido político.
Desde el entorno de Macri interpretaron esa imagen como una señal de respaldo internacional a la conducción de Riquelme en Boca, lo que habría motivado el apresurado viaje del exmandatario argentino, quien llegó en un vuelo comercial para no quedar al margen.
Un discurso con dardos
Macri fue uno de los oradores del Congreso como titular de la Fundación FIFA, y sin mencionarlo directamente, volvió a enviar un mensaje crítico hacia Riquelme. “Un cambio social significativo nunca sucede por casualidad”, afirmó en su intervención, donde también destacó el alcance de los programas de la fundación en más de un millón de niños.
Sin embargo, en declaraciones recientes en televisión, Macri fue mucho más directo. “Hoy Riquelme se pone por encima de Boca. Hace lo que quiere con su hermano el Chanchi. No ganamos nada y hay una bandera que dice ‘Gracias, Román’…”, disparó en Canal 13, profundizando una grieta que trasciende el plano futbolístico.
Tapia, Riquelme y Domínguez: una postal incómoda
La foto entre Riquelme, Tapia y Domínguez, difundida en redes por el presidente de la AFA, no pasó inadvertida. Algunos la leen como un gesto de consolidación del bloque dirigencial del fútbol sudamericano alineado con el oficialismo boquense. Del otro lado, Macri y sus aliados siguen cuestionando la gestión de Román, en un Boca que este año no participa en copas internacionales y atraviesa un momento de presión interna.
En este contexto, el breve pero cargado cruce en Asunción no hace más que reavivar las tensiones políticas y personales entre dos figuras que parecen destinadas a chocar cada vez que el fútbol los reúne.