El Ciclón venció a Argentinos por penales y se metió entre los cuatro mejores del Torneo Apertura. Mientras el plantel celebra en unidad con los hinchas, el DT Miguel Ángel Russo expuso el quiebre con la conducción y Moretti volvió a aparecer tras su escándalo judicial.
El fútbol, a veces, se impone incluso ante el caos. San Lorenzo, envuelto en una profunda crisis institucional y económica, eliminó por penales a Argentinos Juniors y se metió en las semifinales del Torneo Apertura. El festejo fue cerrado, visceral y dirigido a los verdaderos sostenes: el vestuario y la hinchada. Afuera quedó la dirigencia, blanco directo de las duras palabras de Miguel Ángel Russo tras el partido.
“El problema más grande en el fútbol es cuando mentís. Si hay diálogo y se cumple, todo es más simple”, lanzó el entrenador en una conferencia de prensa cargada de tensión, en clara referencia a las promesas incumplidas de la Comisión Directiva sobre el pago de sueldos atrasados.
La interna que se profundiza
El contexto es complejo. El plantel profesional arrastra deudas salariales desde el año pasado. La previa al partido con Argentinos fue tan tensa que los jugadores decidieron no entrenarse el jueves pasado en señal de protesta. Aunque se acercaron algunos fondos por acuerdos con el sponsor IEB+ y la marca Atomik, las deudas siguen y Russo, según fuentes del club, sólo cobró un par de meses desde su llegada en octubre.
Lejos de mantenerse al margen, el DT hizo su parte: ayudó económicamente a los jugadores más jóvenes y marcó un liderazgo interno que se consolidó en el peor momento institucional del club.
“Separamos el vestuario de todo lo que hay en el club”, afirmó Russo, cerrando filas con su plantel y dejando en evidencia la fractura total con la dirigencia.
La reaparición de Moretti
Mientras tanto, el presidente Marcelo Moretti, en uso de licencia y denunciado por una presunta coima de 25 mil dólares, volvió a dar señales a través de su estado de WhatsApp. Lo hizo tras el triunfo, con un mensaje que busca capitalizar el éxito deportivo:
“Estamos en semifinales. Cuando armamos este plantel y este cuerpo técnico con Miguel, soñábamos con esto. Hoy es realidad. Felicitaciones al plantel por este triunfo ante todas las adversidades”, escribió con fondo negro y letras blancas.
“Vení y hacete cargo o renunciá”
Su mensaje reactivó las tensiones internas. Desde su entorno aseguran que confía en ser absuelto judicialmente y retomar la presidencia, pero el actual mandatario interino, Julio Lopardo, fue tajante el fin de semana:
“Vení y hacete cargo, o renunciá”.
La interna dirigencial está al rojo vivo, mientras el equipo —con el temple de Russo como estandarte— logra avanzar en la competencia contra todo pronóstico. Aún sin certezas económicas ni estabilidad institucional, San Lorenzo apuesta a la mística, al corazón y al apoyo incondicional de su gente.
En medio del desorden, el Ciclón sigue de pie. Pero la presión interna crece, y el mensaje de Russo fue mucho más que un desahogo: fue una advertencia.