El Tribunal de Revisión confirmó el embargo sobre los bienes de la exvicegobernadora Gloria Ruiz por más de 121 millones de pesos y de la exsecretaria de Cámara María Isabel Ricchini por 90 millones. La audiencia estuvo marcada por tensos intercambios entre fiscalía y defensores.
Confirmaron las medidas cautelares y los montos embargados
En una audiencia celebrada este martes, los jueces Juan Kees, Marco Lúpica Cristo y Carolina García ratificaron la resolución del magistrado Lucas Yancarelli, que había ordenado los embargos preventivos en el marco de la investigación por presunto enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta agravada.
El fiscal de Delitos Económicos, Juan Narváez, explicó que a Ruiz se le trabó embargo hasta cubrir la suma de 121.849.220 pesos, monto que corresponde al perjuicio económico atribuido por dos hechos distintos. Los bienes alcanzados incluyen cinco cuentas bancarias —dos de ellas de haberes, con límite del 20%— y su vivienda familiar en Plottier, que aún no fue tasada oficialmente.
El patrimonio bajo investigación
La fiscalía también mantiene secuestrada una camioneta Toyota SW4, vehículo que forma parte de la acusación por enriquecimiento ilícito. La defensa, encabezada por el abogado Alberto Balladini, solicitó su restitución argumentando que el único ingreso de Ruiz proviene de su salario como empleada municipal, que ronda 1.200.000 pesos mensuales.
En el caso de Ricchini, el embargo confirmado alcanza los 90.494.688,05 pesos. La exsecretaria de Cámara está imputada como coautora de dos hechos de administración fraudulenta, ya que su firma aparece en contrataciones vinculadas a las empresas Big Sur y Pedro Sauer. Los bienes bajo medida cautelar incluyen una camioneta Nissan Kicks, ocho cuentas bancarias —una en Suiza—, dos billeteras virtuales y dos inmuebles en Neuquén y en la Ciudad de Buenos Aires.
Una audiencia con duros cruces verbales
El clima en la sala fue tenso. La audiencia, la cuarta en torno a medidas sobre el patrimonio de las acusadas, estuvo cargada de chicanas y enfrentamientos entre el fiscal Narváez y el defensor Balladini. “Baladini no dijo nada nuevo”, lanzó el fiscal. El abogado respondió: “No vine a discutir el sexo de los ángeles”.
Otro de los defensores, Marcelo Muñoz, también se sumó a los cuestionamientos y dramatizó la situación: “A Ricchini le embargaron todo, no puede mover ni un caramelo”. La frase desató murmullos en la sala y reflejó la tensión que atraviesa el proceso judicial.
Argumentos enfrentados y una defensa firme
Ricchini volvió a insistir en su inocencia y negó haberse beneficiado personalmente. “No me llevé un peso”, afirmó. La fiscalía replicó que el delito de administración fraudulenta “ya está consumado” y no requiere que el acusado haya obtenido un beneficio propio, sino que haya gestionado de manera irregular fondos públicos o bienes ajenos.
La exfuncionaria, abogada de profesión, cuestionó el razonamiento del Ministerio Público: “Con una inteligencia media y básica basta para darse cuenta de que no da. No da que a esta edad, ya retirándome, haya aceptado un cargo para permitir que otros delincan”.
Próximos pasos en la causa
El proceso continuará con la evaluación de las pericias contables y la determinación de la tasación oficial de los bienes embargados. La fiscalía sostiene que las pruebas económicas respaldan la hipótesis de un manejo irregular de fondos públicos durante la gestión de Ruiz, mientras que las defensas apuntan a un exceso en las medidas cautelares y a la falta de prueba directa sobre enriquecimiento personal.
La investigación promete seguir sumando capítulos judiciales y políticos, mientras la exvicegobernadora enfrenta uno de los procesos más sensibles en la historia reciente del Poder Ejecutivo neuquino.
