Los números van entre los 125 y los 131 en contra. Las ausencias, las abstenciones y los posicionamiento dentro de los bloques hacen que el resultado en la previa sea cambiante
El Gobierno volvió a sufrir una derrota parlamentaria el jueves por la tarde, cuando el Senado rechazó la validez del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 que desregula la economía al derogar alrededor de 80 leyes y modificar casi 300.
El DNU recibió 42 votos en contra, mientras que 25 legisladores votaron a favor y hubo cuatro abstenciones. Se unieron Unión por la Patria, legisladores que responden a gobernadores anti K, algunos del PJ disidente y radicales.
Con esa votación resuelta, y mientras el decreto sigue vigente, ahora todos miran a la Cámara de Diputados porque allí se definirá la cuestión. Por eso, en la Cámara baja ya comenzaron a hacer el poroteo para saber cuál de las dos opciones tiene más posibilidades, si el rechazo o la aprobación.
Aún persisten muchas dudas respecto de lo que pueda llegar a pasar porque hay bloques que en la Cámara alta votaron divididos. No sólo miembros de un mismo partido, sino también de una misma provincia. Esto deja en evidencia que el deseo de los gobernadores no es tan permeable en los votos de sus legisladores.
Rodrigo De Loredo, jefe del bloque radical (Reuters)
El primer poroteo muestra con seguridad a los que están a favor: los 39 diputados de La Libertad Avanza, más los 37 del PRO, los 8 del bloque Innovación, los 3 de Independencia, los 2 de Producción y Trabajo y los 2 de Buenos Aires Libre. A estos se le suma un diputado del bloque Creo y otro de Unidad Mendocina. En este esquema, la aprobación tiene 93 votos.
En contra, y especulando con que no haya ninguna fuga, están los 99 diputados de Unión por la Patria, los 5 del Frente de Izquierda y los 2 del bloque Por Santa Cruz, lo que suma 106 votos.
En el medio hay 58 diputados de diferentes bloques que no tienen postura unificada. Un ejemplo de esto es la Unión Cívica Radical, que en el Senado tiene 13 bancas y en el debate sobre el DNU registró 10 votos a favor, 2 en contra y una abstención.
En el caso de la Cámara baja, la UCR tiene 34 diputados, de los que 17 hoy están a favor de aprobar la norma y hay 11 que podrían posicionarse en contra. Mientras los primeros son los que responden al presidente del bloque, el cordobés Rodrigo de Loredo, el resto se divide entre 6 que son más cercanos al presidente del partido, Martín Lousteau, quien votó en contra en el Senado, y cinco a Facundo Manes, que ya adelantó su oposición.
En el caso de Hacemos Coalición Federal también conviven varias posiciones, pero la mayoritaria estaría en el rechazo. Nicolás Massot explicó en varias oportunidades que, aunque está de acuerdo con algunas de las reformas que plantea el DNU, las formas también son parte de la discusión y por eso considera que tienen que garantizarse por ley. Dicho en otros términos, pretende que el oficialismo mande varias leyes con las reformas y que retire el DNU.
Massot, Pichetto y Randazzo, del bloque Hacemos Coalición Federal (Gustavo Gavotti)
En esta línea de los votos negativos se cuenta a los 6 diputados de la Coalición Cívica, y estarían en sintonía Miguel Pichetto, Emilio Monzó, Margarita Stolbizer, Natalia de la Sota (Córdoba), Jorge Ávila (Chubut), Agustín Domingo (Río Negro), Osvaldo Llancafilo (MPN Neuquén), Sergio Acevedo y José Luis Garrido (Santa Cruz).
Si la oposición logra aglutinar a cada uno de estos legisladores que están en contra o en duda, sumaría 131 votos contra 126 que podría llegar a juntar el oficialismo. Sin embargo, esta cuenta, que se hace a pocas horas del rechazo que tuvo el decreto en el Senado, no tiene en cuenta posibles ausencias o abstenciones y es altamente probable que eso suceda al momento de debatir la norma en el recinto.
En este esquema es que esos 131 votos en contra se pueden convertir en 126 si alguno de los radicales se suma al grupo de De Loredo o lo mismo si hay diputados que se encuentran ausentes o se abstienen. Es por eso que hoy nadie se arriesga a dar una definición respecto de cuál puede ser el resultado.
Mientras tanto, el primer paso en estudio por parte de la oposición es cuándo pedirá sesionar. A diferencia del Senado, si cinco diputados solicitan una sesión especial, el Presidente de la Cámara, Martín Menem, tiene que poner fecha y abrir el recinto. “Ahora hay que buscar muy bien el timing. Si se apuran, capaz que vuelcan, pero si tardan mucho, si te acercás a mayo, Milei tiene más posibilidades de cerrar acuerdos con los gobernadores. Va a ser muy difícil la discusión”, explicó un asesor de un bloque opositor que conoce a la perfección los tiempos de la Cámara de Diputados.
Fuente Infobae (Por David Cayón) (Foto el presidente Javier Milei se dirige a los diputados durante la sesión de apertura de sesiones en el Congreso (AP)