Vanina Lavacara, docente de Diseño de Interiores y Mobiliario de la Universidad Nacional de Río Negro, denunció haber sido golpeada por una mujer que tenía prisión domiciliaria y habría cortado su tobillera electrónica. La Justicia analiza denuncias cruzadas por el hecho.
Un violento episodio ocurrido en General Roca generó conmoción y preocupación en la comunidad universitaria. Vanina Lavacara, docente de la carrera de Diseño de Interiores y Mobiliario de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), denunció haber sido atacada en la vía pública por una mujer que se encontraba bajo el régimen de prisión domiciliaria y que, según la denuncia, habría cortado la tobillera electrónica para moverse libremente.
El hecho se produjo el martes 14 de octubre, cuando Lavacara se dirigía al Sanatorio Juan XXIII para realizarse estudios médicos. De acuerdo con su testimonio, al momento de estacionar fue increpada por desconocidos y luego agredida por una mujer, lo que le provocó lesiones que requirieron atención médica e internación preventiva.
Desde la Fiscalía de Roca confirmaron que se abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido y determinar las circunstancias del presunto ataque. El Ministerio Público Fiscal señaló que ambas mujeres involucradas presentaron denuncias distintas sobre el mismo hecho, por lo que se trabaja en la reconstrucción de la secuencia y en la identificación de testigos.
En tanto, la Sede Alto Valle – Valle Medio de la UNRN expresó su solidaridad con la docente y reclamó una rápida actuación judicial. “Acompañamos a Vanina en este difícil momento, le deseamos una pronta recuperación y solicitamos a la Justicia que actúe con celeridad”, manifestaron las autoridades universitarias a través de un comunicado institucional.
Fuentes policiales indicaron que personal de la comisaría Tercera acudió al lugar tras el aviso, aunque la presunta agresora ya no se encontraba allí. La causa busca determinar si la mujer violó las condiciones de su libertad condicional y si hubo antecedentes de amenazas o conflictos previos entre ambas.
El hecho se suma a una serie de episodios recientes que reabren el debate sobre los controles en los regímenes de prisión domiciliaria y las medidas de prevención ante denuncias de violencia en la región del Alto Valle.
