Los vuelos de Aerolíneas Argentinas y Jet Smart fueron desviados debido a la imposibilidad de aterrizar en Neuquén.
La neblina volvió a complicar a los pasajeros de dos vuelos que debían aterrizar en el aeropuerto de Neuquén y tuvieron que ser desviados a Bariloche. Los pasajeros pasaron más de una hora dando vueltas en el aire y más de cinco horas en total para conectar Buenos Aires con Neuquén.
Este incidente reabre el debate sobre por qué Neuquén sigue teniendo un aeropuerto que no puede operar con neblina, pese a las reformas y en pleno auge de Vaca Muerta, con la atención internacional de los inversores. El hecho ocurrió este domingo con el vuelo 1638 de Aerolíneas Argentinas, que partió a las 6.10 desde Aeroparque con destino a Neuquén. Las condiciones meteorológicas desfavorables provocaron un retraso en el despegue. Un vuelo de Jet Smart también fue afectado; sin embargo, a diferencia de los pasajeros de Aerolíneas Argentinas, estos no pudieron regresar a Neuquén después de cinco horas y tuvieron que elegir entre quedarse en Bariloche o regresar a Aeroparque para reprogramar el vuelo.
Una pasajera de Aerolíneas Argentinas relató cómo el avión estuvo dando vueltas más de una hora en el aire sin poder aterrizar. El vuelo, inicialmente programado para despegar a las 6.10, finalmente salió a las 7.35. A pesar de que no se informó que no se podría aterrizar en Neuquén, a las 9.15 el capitán informó que las condiciones de la pista eran de niebla y que intentarían sobrevolar para aterrizar. Después de una hora, a las 10.15, se decidió desviar el vuelo a Bariloche para recargar combustible. Finalmente, a las 11.30, el avión despegó de regreso y llegó a Neuquén a las 12.10.
El vuelo JA 3161 de Jet Smart, programado para llegar a Neuquén a las 7.53, también fue desviado a Bariloche debido a la neblina. Los pasajeros de esta aerolínea low-cost tuvieron dos opciones: quedarse en Bariloche y buscar medios propios para regresar a Neuquén, o regresar a Aeroparque y reprogramar el vuelo, con la complicación de tener que esperar más de un día para regresar a la capital neuquina.
El aeropuerto de Neuquén, a pesar de las reformas, sigue careciendo de elementos críticos como el AWOS (Automated Weather Observing System), que permite operar vuelos en condiciones de neblina. Además, carece de aduana, y la cinta de equipaje y el scanner fitosanitario están en condiciones precarias, lo que obliga a revisiones manuales y genera largas colas de pasajeros.
