La gestión de Áreas Naturales Protegidas, la dirección de Minería y el CEAN pasarán a depender del área conducida por Leticia Esteves. Buscan fortalecer la protección ambiental y el control sobre la actividad extractiva.
En una medida que apunta a reforzar el cuidado del entorno natural y mejorar los mecanismos de control sobre los recursos provinciales, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, firmó un decreto que reorganiza competencias dentro del gobierno. A partir de esta decisión, tres áreas clave —las Áreas Naturales Protegidas (ANP), el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN) y la dirección provincial de Minería— pasarán a depender de la Secretaría de Ambiente y Recursos Naturales, bajo la conducción de Leticia Esteves.
La decisión implica un reordenamiento institucional con impacto en políticas públicas sensibles. Hasta ahora, tanto las ANP como el CEAN estaban bajo la órbita del ministerio de Turismo, mientras que la dirección provincial de Minería dependía de la subsecretaría de Energía, Minería e Hidrocarburos, dentro del ministerio de Energía y Recursos Naturales.
“Estas áreas se suman a la Secretaría de Ambiente porque son estratégicas para garantizar un desarrollo equilibrado y sustentable en Neuquén”, afirmó el gobernador Figueroa al anunciar la medida. “Queremos articular la conservación de la biodiversidad con una regulación más eficiente sobre las actividades extractivas. Eso requiere de una mirada integral, técnica y ambiental”, sostuvo.
Más control sobre minería y conservación
Desde el Ejecutivo neuquino destacaron que esta integración permitirá optimizar los recursos estatales para el monitoreo ambiental, especialmente en un contexto donde la minería y otras actividades productivas están en expansión.
“Fortalecemos el control, la protección del entorno y la gestión de nuestras áreas protegidas, con el respaldo científico del CEAN y con mayor capacidad para intervenir en los impactos de la minería”, indicaron desde la Secretaría de Ambiente.
Con esta decisión, el gobierno provincial busca centralizar bajo un mismo organismo la planificación ambiental, la gestión de los ecosistemas naturales y el control sobre las actividades económicas que puedan generar riesgos ecológicos.