Mientras la matrícula nacional creció apenas un 1%, la provincia registra la mayor expansión en alumnos de niveles Inicial, Primario y Secundario, aunque enfrenta desafíos en la formación docente.
Neuquén es la provincia argentina que más aumentó la matrícula escolar en la última década, con un crecimiento del 13% en la suma de los niveles Inicial, Primario y Secundario, según un informe reciente de la organización Argentinos por la Educación. En contraste, a nivel nacional la expansión fue de solo un 1%.
Entre 2015 y 2024, la matrícula en Neuquén pasó de 148.374 a 167.785 alumnos, posicionando a la provincia como la que registró el mayor aumento porcentual en el país. Le sigue San Juan con un incremento del 8%.
Este crecimiento refleja la dinámica demográfica particular de Neuquén, impulsada en gran parte por el desarrollo económico ligado a la industria petrolera y el auge poblacional registrado entre los censos nacionales de 2010 y 2022, donde la población provincial creció un 30%, el doble del promedio nacional.
Sin embargo, este aumento de estudiantes no se refleja de igual manera en la formación de nuevos docentes. Entre 2015 y 2024, la matrícula en institutos de formación docente de Neuquén se redujo un 7%, mientras que a nivel nacional el descenso fue del 5%.
Además, la tasa de egresos de formadores en Neuquén creció un 11% en el mismo período, cifra inferior al 54% registrado a nivel país. Por cada 100 estudiantes en formación docente, Neuquén egresa un 10%, por debajo del 14% nacional.
Estas cifras plantean un desafío para el sistema educativo provincial, que debe proveer mayor infraestructura y recursos humanos para atender la creciente demanda escolar.
El informe destaca que esta situación es consecuencia directa del impacto socioeconómico de la industria petrolera en Neuquén, que ha impulsado un desarrollo poblacional y económico notablemente superior al resto del país.
En resumen, mientras Neuquén enfrenta un aumento significativo en la matrícula básica, la formación y egreso de docentes no acompaña la demanda, lo que obliga a redoblar esfuerzos en la planificación educativa para mantener la calidad en la enseñanza.