Miles de fieles se congregaron para rendir tributo espiritual al pontífice argentino. El acto fue presidido por cardenales y forma parte de los homenajes previos al funeral de este sábado.
Miles de fieles se reunieron este martes en la Plaza de San Pedro para participar de un emotivo rezo del Rosario en memoria del papa Francisco, fallecido el lunes a los 88 años en el Vaticano. El acto, organizado por la Santa Sede, fue encabezado por el Cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, junto a otras autoridades eclesiásticas.
El rezo comenzó a las 19:30 y se llevó a cabo en un clima de profundo recogimiento, acompañado por cantos litúrgicos y oraciones por el eterno descanso del pontífice. Desde primeras horas del día, fieles de distintos países comenzaron a ocupar la plaza, uno de los espacios más simbólicos del catolicismo.
“Continuemos rezando por el Papa, como él siempre nos pidió”, expresó el Cardenal Re, en su mensaje ante los miles de presentes.
El evento forma parte de los homenajes públicos que se desarrollan en el Vaticano durante el período de luto que culminará con el funeral del Papa Francisco, programado para este sábado 26 de abril, también en la Plaza San Pedro.
Un homenaje global y espiritual
La ceremonia fue transmitida en directo por los canales oficiales del Vaticano, así como por múltiples medios internacionales, reflejando el alcance global del impacto que tuvo el papa Francisco durante su pontificado, especialmente por su cercanía con los más vulnerables, su compromiso con el medio ambiente y su impulso reformista en la Iglesia.
La Plaza San Pedro permanece abierta al público, con estrictas medidas de seguridad y logística por parte de la Gendarmería Vaticana. En los próximos días, se espera una masiva afluencia de fieles y delegaciones oficiales para despedir al pontífice.
El cuerpo del papa Francisco será expuesto desde este miércoles en la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan rendirle el último homenaje en capilla ardiente. La sepultura se realizará en la Basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo su voluntad expresada en su testamento.