El presidente busca capitalizar el respaldo de Estados Unidos como símbolo de estabilidad económica y respaldo internacional. En La Libertad Avanza confían en un repunte de la militancia, aunque admiten que el impacto electoral del acuerdo financiero podría ser limitado, sobre todo en Buenos Aires.
A menos de diez días de las elecciones legislativas, el Gobierno nacional decidió colocar el reciente respaldo financiero de Estados Unidos en el centro de la estrategia de campaña. La reunión entre Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca se convirtió en el nuevo emblema del oficialismo, que intenta traducir el apoyo internacional en votos, aunque dentro del propio espacio hay dudas sobre cuánto puede influir ese gesto en el electorado.
Desde su regreso a Buenos Aires, el presidente difundió en redes sociales fragmentos del encuentro con el mandatario norteamericano y mensajes que exaltan la cooperación bilateral. “La potencia más importante del mundo respalda este cambio económico”, insistió Milei, reforzando el contraste con el kirchnerismo y evocando imágenes de Cristina Kirchner junto a Hugo Chávez para marcar diferencias.
Los ministros más cercanos al jefe de Estado también destacaron la magnitud del anuncio. El titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, calificó el apoyo de Washington como “la noticia más importante en décadas”, al considerar que consolida el programa económico y abre una nueva etapa para la Argentina.
Sin embargo, entre los estrategas libertarios predomina la cautela. En la Casa Rosada reconocen que el impacto de la asistencia financiera difícilmente modifique el humor social en tan pocos días, aunque sí valoran que haya fortalecido la identidad del votante propio. “Sirve más para consolidar que para conquistar”, resumió un asesor con despacho en Balcarce 50.
En territorio bonaerense, el comando de campaña de La Libertad Avanza intenta recuperar terreno tras la derrota de septiembre, cuando el oficialismo perdió por más de 13 puntos frente al peronismo. El alto ausentismo —más del 39% del padrón— es uno de los factores que el Gobierno busca revertir en los comicios de este mes.
“Hay optimismo, pero también realismo. El apoyo de Trump nos dio aire político, aunque lo que realmente puede influir es la estabilidad de la economía”, reconocen cerca de la ministra Sandra Pettovello, una de las funcionarias involucradas en la campaña bonaerense.
Mientras tanto, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, confirmó que Washington prepara un nuevo fondo privado de 20.000 millones de dólares, que se sumaría al swap ya vigente por igual monto. Además, ese mismo día el Tesoro realizó una nueva “compra de pesos” en el mercado argentino, lo que impulsó bonos y acciones.
Pese a los gestos internacionales, en el oficialismo asumen que la recuperación política no será inmediata. Milei insiste en mostrar a la Argentina “como un socio confiable y previsible” ante el mundo, pero puertas adentro, la consigna es clara: retener a la base libertaria y achicar la brecha en Buenos Aires, el distrito que definirá el rumbo de la elección.
