Con más de 40 testigos y evidencias contundentes, el proceso judicial marcará un hito en la Segunda Circunscripción, mientras la comunidad espera una respuesta contundente contra la violencia de género.
El juicio por jurados que juzgará el femicidio de Marisa Coliman y el intento de homicidio de su hijo representa un desafío sin precedentes para la justicia de Luis Beltrán y la región. La causa, que conmocionó al Valle Medio hace dos años, pone en evidencia la urgencia de enfrentar con rigor la violencia machista y garantizar que el proceso judicial refleje la gravedad del crimen.
La Oficina Judicial trabaja en la organización final para la selección del jurado popular, un paso clave en este tipo de procesos que busca otorgar mayor participación ciudadana y transparencia al debate. Se espera que más de 40 testigos, junto a pruebas documentales, imágenes y objetos secuestrados, formen parte de una acusación sólida y detallada.
Los hechos que desencadenaron esta causa estremecieron a la comunidad: en la madrugada del 23 de julio de 2023, el acusado ingresó al domicilio familiar con la intención de cometer un abuso sexual, pero el ataque terminó en un brutal femicidio y la tentativa de asesinato de un menor. Las circunstancias del caso, con la extrema violencia ejercida y la sobrevivencia del hijo, plantean un escenario complejo y exigente para la justicia.
El proceso también subraya la aplicación efectiva de la Ley 26.485 de Protección Integral para las Mujeres, frente a crímenes de esta naturaleza, y constituye una oportunidad para reforzar los mecanismos de prevención y sanción de la violencia de género en la provincia.
Mientras la comunidad local aguarda el desarrollo del juicio, el caso de Marisa Coliman se mantiene como una dolorosa referencia que exige no solo condenas ejemplares, sino también políticas públicas efectivas para erradicar estos crímenes.