Se nota más optimismo de los inversores, que también se reflejó en un importante volumen de compras de bonos. Los precios en muchos casos ya superan los valores pre PASO del 2019, antes del histórico derrumbe tras la victoria de Alberto Fernández
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, a través de certificados ADR, tuvieron ayer la mejor jornada del mes y en muchos casos tocaron máximos anuales. Hubo una fuerte ola de compras desde temprano, que llevó a algunos papeles a subir arriba del 7%. El apetito por activos argentinos también se observó por el fuerte repunte de bonos dolarizados.
Agosto fue espectacular para las acciones locales en Nueva York, con subas que en algunos casos superaron el 35%. Esto permitió que dejaran atrás las caídas que se habían observado desde fines de mayo, sobre todo cuando el Gobierno reconoció que no tenía planes inmediatos para abrir el cepo cambiario. También generó dudas el anuncio de la “fase 2″ del plan, consistente en ir hacia un esquema de emisión cero.
Grupo Financiero Galicia trepó ayer 7% y encabezó las subas, cerrando a USD 37,60. Esto representa un incremento de nada menos que 122% en lo que va del año. Luego de semejante salto, el precio de la acción quedó por encima del nivel pre PASO de 2019, justo antes del derrumbe que provocó la victoria de Alberto Fernández.
Sin embargo, todavía debería duplicar para alcanzar los máximos de 2018, previo a la caída que generó la crisis cambiaria durante el gobierno de Mauricio Macri. La gran incógnita es si los precios de los ADR argentinos pueden volver a esos niveles, sobre todo en caso que el Gobierno recupere el acceso a los mercados financieros.
Otro papel argentino que tocó máximos en los últimos días es Vista Energy, que recibió varias recomendaciones de compra por parte de entidades internacionales como JP Morgan y Bank of America. Superó los USD 51 y en lo que va del 2024 ya sube 81%. Se trata del activo favorito para apostar por el sector energético y la expansión de Vaca Muerta.
Los bonos en dólares también volvieron a recibirse un claro flujo comprador. Ahora el AL30 ya se aproxima a los USD 55 y lentamente se acerca a los USD 60 que tocó en mayo. Otros títulos de mayor duración se aproximan a los USD 50, mientras que el riesgo país perforó los USD 1.450.
La mejora del humor de los inversores obedece a distintos factores. Por un lado, la confirmación de una inminente baja de tasas en los Estados Unidos hace que se busquen más opciones, particularmente de activos en mercados emergentes.
Una vez más las acciones bancarias fueron las elegidas por los inversores internacionales para seguir posicionándose en el mercado argentino. Algunas ya superan los niveles pre PASO de hace cinco años, pero aún están a mitad de camino de los valores del 2018, en el mejor momento del gobierno de Mauricio Macri
Pero claramente también vuelven a jugar cuestiones estrictamente locales. Las compras que realizó el Central en el mes llevaron algo de alivio (con poco más de USD 600 millones acumulados). También en agosto fue clave la estabilidad de los dólares financieros y la leve reducción de la brecha cambiaria. Son todos datos positivos que generan tranquilidad y expectativa. Ayer el dólar libre se desplomó hasta $1.315 y el dólar MEP cayó 0,5%.
De la misma forma, el anuncio de reducción del impuesto PAIS en el arranque de septiembre -desde 17,5% a 7,5%- también jugó positivamente, porque es leído como un paso más hacia la normalización cambiaria.
Para adelante, también entusiasma el blanqueo que se puso en marcha y que podría agregar una importante cantidad de dólares al sistema financiero. De hecho, los depósitos en moneda extranjera del sector privado están creciendo a paso firme y ya suman arriba de USD 19.400 millones.
También podrían impactar positivamente datos de la economía real, por ejemplo que la inflación baje un escalón adicional en septiembre. Además, se van conociendo nuevos datos que marcan una mejora adicional de la actividad en agosto, de la mano de una recuperación de los salarios reales y del incremento del crédito.
Fuente Infobae (Por Pablo Wende)