Un informe de Unicef detalla cómo la baja en los nacimientos desde 2016 afecta a los jardines de infantes en la provincia.
La provincia de Río Negro enfrenta un notable descenso en la natalidad desde hace cinco años, lo que ha generado una disminución en la matrícula de los jardines de infantes. «De todos modos, la provincia es tan grande que esta realidad se refleja de distintas formas. Algunos lugares tienen una alta movilidad producto del trabajo; otros están más vinculados a la ruralidad y la migración de poblaciones ha dejado más vacantes en la matrícula», explicó Analía Del Valle Jofré, directora de nivel inicial de Río Negro.
En respuesta a esta situación, en 2024 se amplió el ingreso de más de 2000 niños de 3 años en 42 nuevas instituciones que anteriormente no contaban con ese tipo de salas. Además, se trabaja en la actualización de la normativa específica del nivel inicial, que ya tiene 37 años, con el objetivo de adecuarla a las nuevas demandas y universalizar el acceso a la educación inicial.
Rosana Porcel, supervisora de nivel inicial en Bariloche, señaló que la caída en la matrícula en salas de 4 y 5 años comenzó después de la pandemia. «El nivel inicial necesita adaptarse a las nuevas configuraciones familiares. Por ejemplo, la corta duración de las jornadas escolares no coincide con las necesidades laborales de los padres, lo que lleva a muchas familias a optar por instituciones privadas con mayor carga horaria».
Porcel también mencionó la falta de oferta educativa para niños de 45 días a 3 años en la provincia: «En Bariloche solo contamos con cuatro maternales comunitarios, mientras que en toda la provincia hay 19. Los cambios en el nivel inicial requieren una mirada colectiva sobre las prácticas pedagógicas y las propuestas educativas».
Neuquén también registra una baja en la natalidad
En Neuquén, la matrícula en el nivel inicial cayó un 4,7% en el último año. A pesar de ello, la provincia ha implementado medidas para ampliar la cobertura a la primera infancia. Actualmente cuenta con 16 escuelas infantiles que también atienden a niños de 1 y 2 años. Este modelo busca aprovechar las salas vacías debido a la caída en la matrícula, fortaleciendo al mismo tiempo la formación docente a través de convenios con la Universidad Nacional del Comahue.
La baja natalidad en ambas provincias refleja una tendencia nacional. Un estudio de Unicef señala que los nacimientos en Argentina disminuyeron un 36% entre 2015 y 2022, impactando significativamente en la demanda de plazas en jardines de infantes. Este desafío obliga a repensar las políticas educativas para adaptarse a una nueva realidad demográfica.