El presidente Javier Milei intensifica su lucha contra la CGT, los bancos y los gobernadores, mientras también se enfrenta a las universidades y la Iglesia. En medio de un clima de creciente tensión por las jubilaciones, Milei intenta disciplinar a su tropa política, enfrentando marchas en rechazo a su gestión.
En un intento por consolidar su liderazgo tras la expulsión de la diputada Lourdes Arrieta y del senador Francisco Paoltroni, el presidente Javier Milei enfrenta un panorama complejo, abriendo frentes de conflicto con sectores influyentes del ámbito político, social y financiero.
El oficialismo se encuentra en una encrucijada en el Congreso, donde sufrió varios reveses la semana pasada. Ahora, el Presidente planea vetar la reciente ley de movilidad jubilatoria, desafiando a una oposición que podría tener los votos necesarios para revertir el veto. Este enfrentamiento es solo uno de varios, con la cuestión de los fondos universitarios como otro punto crítico que podría comprometer el superávit que Milei defiende como pilar de su presupuesto 2025. Un eventual veto a estos fondos podría desencadenar una nueva marcha federal en defensa del presupuesto educativo, un tema que ya movilizó a amplios sectores en abril.
En paralelo, el Gobierno libra una batalla en la Cámara de Diputados con la CGT, mientras el Papa Francisco se prepara para recibir a una delegación de la central obrera, en un contexto de creciente preocupación por la pobreza y el narcotráfico. Estos problemas, que resuenan fuertemente en la Iglesia, también forman parte de las demandas de los movimientos sociales, que han anunciado una marcha hacia la Plaza de Mayo para protestar contra el veto presidencial.
La tensión se extiende a los gobernadores, incluidos algunos aliados como Gerardo Zamora, quienes acusan al Gobierno de incumplir los acuerdos firmados para la transferencia y finalización de obras públicas. Esta insatisfacción se suma a las quejas por el estado de las rutas nacionales, planteadas en el Consejo Federal de Inversiones.
En el ámbito económico, Milei también se involucra en la disputa entre Mercado Libre y los bancos, tras acusar al Banco Macro de intentar desestabilizar a su gobierno. En medio de esta controversia, el Presidente visitará las oficinas de Mercado Libre, un gesto que refuerza su preferencia por la empresa de Marcos Galperín, en detrimento de los bancos, a los que acusa de resistirse a la competencia.
Mientras el oficialismo intenta sobreponerse a estas tensiones, cada voto en el Congreso adquiere un valor crucial en su intento por mostrar gobernabilidad, en un contexto marcado por la recesión y la lucha contra la inflación.
Con información Diario Clarín