El rastrillaje que realiza policía junto a la fiscalía. Luciana lleva doce días desde la desaparición y el tiempo se agota. Hay otras medidas en curso.
Es frenética la búsqueda de Luciana Antonella Muñoz Aguerre, la chica de 20 años que está desaparecida desde el 13 de julio. En horas de la mañana de este jueves, los pesquisas de Seguridad Personal y la fiscalía ordenaron que se hagan rastrillajes en la zona del Cañadón de las Cabras a ambos lados de la ruta 7.
La información fue confirmada por fuentes policiales y judiciales que sinceraron: “se viene bajando desde la meseta rastrillando toda ese área”. Evidentemente, si la buscan en zonas descapadas no es un buen presagio.
El rastrillaje lo llevan adelante unos 50 efectivos y por la estrategia aplicada, todos en línea raleando cada metro de la meseta, buscan algún elemento o pertenencias de la joven, en el peor de los casos, su cuerpo.
En el lugar, además de los policías, el fiscal del caso Andrés Azar y la asistente letrada Carolina Gutiérrez supervisan la medida que se desarrolla en plena meseta.
Sebastián Fariña Petersen
Sigue la investigación
No obstante, los investigadores de Seguridad Personal siguen revisando todas las cámaras cercanas al último lugar donde se sabe que estuvo con vida Luciana. Se trata de la casa de un joven con el que había arreglado, por el chat de Facebook, juntarse la madrugada del día de la desaparición.
De acuerdo a la información que manejan los investigadores, el joven admitió haber estado con Luciana, consumieron alcohol y drogas, y cerca de las 9 o 9:30 ella se fue porque él se tenía que ir a realizar un trabajo.
Criminalística revisó cada centímetro de la casa y no encontró ningún tipo de rastro biológico que pueda dar cuenta de un posible hecho de violencia.
Es por eso que mediante una dinámica de búsqueda punto por punto, rastrean todas las cuadras de alrededor de la casa en busca de alguna imagen que brinden una referencia de Luciana, es decir hacía dónde se dirigió. El mayor problema es que en dicha zona hay muy pocas cámaras del sistema público por lo que se apuesta a cámaras particulares tanto de comercios como de particulares.
El fiscal del caso Andrés Azar y la asistente letrada Carolina Gutiérrez siguiendo al detalle el rastrillaje.
La hipótesis
Bajo reserva, se sabe que la principal hipótesis en el caso de Luciana es que pueda estar en algún búnker narco o en la casa de alguien que le provea drogas. Estos lugares pueden estar ocultos en barriadas urbanas pasando inadvertidos, motivo por el cual es tan necesario que las personas que hayan visto algo informen en forma urgente a la Policía o fiscalía con la garantía de la reserva de su identidad.
Otro punto que se debe contemplar, es que mientras más horas pasa la víctima en este tipo de situaciones, los riesgos crecen no solo por el consumo y una sobredosis, sino por la mala alimentación e hidratación, algo que impacta sensiblemente la capacidad de resistencia de organismo.
Contemplando los guarismos que develan las estadísticas, cruzado con este caso extremo, las probabilidades de que Luciana aparezca con vida están reducidas drásticamente.
Para que se entienda, las probabilidades de supervivencia van variando. En los primeros tres días son altas, entre un 70 y 80 por ciento. Del cuatro al séptimo día se cae significativamente de un 40 a 60 por ciento. Del día 8 al 11, la supervivencia ronda entre un 20 y un 30 por ciento. Luciana ya está en el día 12 y el dato no es menor.
Fuente LMN