El jefe comunal Luis Bertolini encabezó una ceremonia para cambiar el sentido de una calle y descubrió una señal de tránsito. Participaron funcionarios y concejales. Tras las críticas en redes, dijo que se trató del inicio de un plan de reordenamiento vial en toda la ciudad.
Un video captado en la ciudad neuquina de Plottier se volvió viral en las últimas horas: el intendente Luis Bertolini, junto a funcionarios y concejales, participó de un insólito acto institucional para inaugurar un cartel que señaliza el cambio de sentido de una calle.
La escena, que tuvo lugar en la intersección de la calle Pulmarí, muestra a las autoridades reunidas para descubrir la señal de tránsito, en lo que fue presentado como un evento oficial. La situación generó un fuerte revuelo en redes sociales, donde numerosos usuarios cuestionaron el carácter ceremonial del gesto y se preguntaron si era necesario un acto formal para instalar una simple señal vial.
Ante la ola de comentarios, Bertolini salió a defender lo ocurrido. En declaraciones televisivas, aclaró que el cartel es apenas la “punta del iceberg” de un programa de reordenamiento del tránsito que contempla cambios en más de veinte calles de la ciudad. “Ha sido sacado de contexto. El evento fue el inicio de un plan integral, no la inauguración de un cartel”, explicó el jefe comunal.
Desde el Ejecutivo aseguraron que el proyecto fue debatido con el Concejo Deliberante y busca responder al crecimiento demográfico que experimentó Plottier en los últimos años. “Hace más de diez años que todas las calles eran de doble mano. Hoy Plottier tiene más de 90.000 habitantes y la infraestructura quedó desactualizada”, argumentó el intendente.
Sin embargo, el simbolismo del acto –con funcionarios, ediles y vecinos observando cómo se descubre una señal vial– no pasó desapercibido y abrió el debate sobre los límites entre la comunicación de la gestión y el uso del protocolo institucional para acciones de baja escala.
“Es como si dijeran que se inaugura una central eléctrica con un botón”, ironizó Bertolini, tratando de explicar que la ceremonia tenía valor como hito inicial de un cambio estructural. Aun así, la escena siguió cosechando burlas y críticas que pusieron a Plottier en el centro de las miradas digitales.
