El principal acusado, Dominique Pélicot, debía declarar hoy, pero se ausentó por encontrarse mal de salud; la víctima y sus hijos no quieren que el proceso continúe mientras él no esté en el banquillo
Dominique Pélicot, el principal acusado en el juicio por drogar a su esposa para que la violaran desconocidos, sigue mal de salud y no podrá declarar este martes como estaba previsto, anunció el presidente del tribunal de Aviñón, en el sur de Francia, que lo juzga.
El magistrado que preside el juicio, Roger Arata, agregó que, con el acuerdo de las partes civiles, estaba considerando por tanto una “suspensión del juicio”, que podría durar varios días mientras mejoraba su estado de salud.
“La señora Pélicot y sus hijos no desean declarar sin que él esté presente”, confirmó uno de sus abogados, Stéphane Babonneau. “Es absolutamente necesario que el señor Pélicot reciba tratamiento médico y pueda asistir al proceso”.
La decisión sobre la suspensión dependerá del informe médico que reclamó el tribunal. “Ayer se le tomaron muestras para ser analizadas. El cuerpo médico no dispone de los resultados. El señor Pélicot seguiría enfermo”, agregó Arata.
El principal acusado se ausentó de la audiencia de ayer sobre su personalidad debido a dolores intestinales. Parecía muy débil cuando entró en el banquillo de los acusados, apoyado en su bastón, constató un periodista de la AFP en la sala.
A la espera de una eventual suspensión, el juicio se reanudó este martes con la declaración de Stéphan Gal, el segundo director de la investigación de este caso con 51 acusados en total, de entre 26 y 74 años. Uno de ellos es el propio Pélicot y el resto, los hombres que violaron a Gisele Pélicot mientras estaba inconsciente.
Dominique Pélicot está acusado de dormir a su mujer administrándole medicamentos contra su voluntad para que la violaran decenas de desconocidos entre 2011 y 2020, primero en la región de París y luego en su domicilio de Mazan, en el sur de Francia.
Pélicot y 51 hombres de entre 26 y 74 años -una lista integrada por un bombero, artesano, enfermero, funcionario de prisiones, periodista, electricista-, se enfrentan a hasta 20 años de prisión por violación con agravantes en este caso, que conmocionó Francia y dio la vuelta al mundo.
Hasta el momento, 18 del total están cumpliendo prisión preventiva.
El caso se inició cuando Dominique fue arrestado en 2020 por estar sacando fotos bajo las polleras de mujeres en un supermercado en Carpentras, Francia.
Su arresto llevó a una investigación más profunda, durante la cual la policía revisó su celular y su computadora. Al analizar el material, encontraron miles de fotos y videos en los que su esposa aparecía inconsciente, capturada mientras era sometida a abusos sexuales por varios hombres.
Según la investigación, entre 2011 y 2020, Pelicot habría administrado medicamentos a su esposa sin su consentimiento para dejarla inconsciente y permitir los abusos. Utilizaba una red social de chat (coco.fr) para contactar a los hombres que participarían en estos abusos. Les proporcionaba instrucciones detalladas para que ingresaran a su casa sin hacer ruido, se desvistieran en la cocina, y tomaran medidas para no despertar a su esposa, como no usar perfumes o calentar sus manos en un radiador.
La mayoría fue solo una vez a la casa del principal acusado en la localidad de Mazan. Diez fueron en varias ocasiones, hasta seis noches en algunos casos. El hombre no les pedía dinero a cambio.
La víctima, Gisele Pelicot se enteró con 68 años de lo que le ocurrió, luego de que las violaciones salieran a la luz cuando la policía revisó el celular de su marido.
El juicio ahora podría prolongarse debido a la suspensión temporal decretada por el tribunal hasta que su salud lo permita. Los cargos incluyen violación con agravantes y manipulación.
Carácter “colérico”
Este lunes declararon psiquiatras y psicólogos que ahondaron en la personalidad del acusado. La primera en declarar ante el tribunal fue la psicóloga Marianne Douteau, que destacó el carácter “colérico” de Dominique Pélicot, que inspiraba “miedo”, “la mentira y el secreto”.
Según la experta, estos rasgos serían parecidos a los de su padre, al que odiaba. Sus padres regentaban un hotel-restaurante y él había trabajado en la industria nuclear antes de dedicarse al sector inmobiliario, con poco éxito.