Con la mira puesta en las elecciones legislativas, Javier Milei enfrenta desafíos económicos urgentes mientras crece la expectativa por la reforma laboral y fiscal. El juicio por YPF suma presión en un frente externo clave.
El presidente Javier Milei atraviesa semanas de alta tensión política y económica, pero mantiene una meta clara: llegar con fortaleza a las elecciones de octubre. Esa elección será el primer gran test de su gobierno y la antesala del verdadero “segundo tiempo” que comenzará en diciembre, cuando se renueve el Congreso.
En la Casa Rosada confían en que, con un resultado favorable, La Libertad Avanza podría consolidar una porción significativa de poder legislativo: un tercio de la Cámara de Diputados y un cuarto del Senado, según cálculos oficiales. Ese caudal resultaría vital para avanzar con dos reformas que el círculo empresarial viene reclamando con insistencia: la laboral y la impositiva.
Para el Gobierno, ambas son tan prioritarias como el control de la inflación y la consolidación del superávit fiscal. Milei cree que si logra sancionarlas, enviará una señal clara a los mercados y abrirá la puerta a nuevas inversiones. En el sector privado comparten esa visión, pero también observan con preocupación el posible estancamiento legislativo si el oficialismo no logra imponerse en las urnas.
Mientras tanto, la agenda económica no da tregua. El Gobierno debe mantener estabilizado al dólar y contener cualquier brote inflacionario que pueda arruinar sus chances electorales. En paralelo, sigue latente el conflicto judicial por la expropiación de YPF, con consecuencias potenciales para el perfil financiero internacional de la Argentina.
Esta semana será clave en ese frente. Los abogados del fondo Burford, que compró los litigios y reclama una indemnización de 16.000 millones de dólares, presentaron un escrito ante la justicia de Nueva York oponiéndose al pedido argentino de extender la suspensión del fallo. La respuesta oficial llegará el martes 22, y luego se designarán los tres jueces que integrarán la sala que deberá resolver.
“Una vez designada la sala, la Corte puede resolver en cualquier momento, pero no tiene un plazo para hacerlo”, explicó el ex subprocurador del Tesoro, Sebastián Soler, en su cuenta de X.
De esa decisión se desprenden dos escenarios. Si la justicia estadounidense acepta el pedido argentino, se mantendrá la suspensión de la orden de entregar las acciones de YPF hasta que se resuelva la apelación de fondo. En cambio, si se rechaza, la Argentina quedará al borde del desacato y expuesta a nuevas complicaciones en los mercados internacionales.
Burford ya dejó claro que su interés no es controlar la petrolera, sino asegurarse una garantía de pago con las acciones.
En un movimiento inesperado, el gobierno de Estados Unidos —bajo la presidencia de Donald Trump— formalizó su respaldo a la Argentina. El Departamento de Justicia (DOJ) intervino ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York para defender el principio de inmunidad soberana, una señal que podría pesar en el análisis del tribunal.
El caso YPF es una bomba de tiempo legal y política, pero en Balcarce 50 no pierden el foco: todo está atado a las reformas estructurales que Milei considera esenciales para su modelo de país. Y para ello, necesita ganar en octubre.
Con información Diario Clarín (Foto El presidente Javier Milei estuvo en la Bolsa la semana pasada y se juntó con la Mesa de Enlace, el jueves. Foto Xinhua)
