La presencia del gobernador en el terreno y la efectiva colaboración con el gobierno nacional permiten afrontar los devastadores incendios que afectaron la región cordillerana. La reconstrucción ya está en marcha con apoyo federal.
El gobernador Alberto Weretilneck se ha destacado por su presencia en el terreno durante los incendios forestales en la cordillera rionegrina, particularmente en la localidad de El Bolsón, donde se registraron daños devastadores. En una muestra de liderazgo y orden en la respuesta estatal, Weretilneck encabezó la operación de emergencia que permitió controlar los incendios, aunque la situación generó tensiones iniciales relacionadas con la búsqueda de culpables.
Desde el primer momento, el gobierno provincial puso en marcha un operativo de emergencia que incluyó brigadistas, recursos logísticos y la intervención de fuerzas de seguridad, sumando esfuerzos para detener el avance del fuego. Weretilneck fue el centro de la coordinación y supervisión de las tareas. Sin embargo, la administración también se vio envuelta en una disputa sobre el origen del siniestro, con el mandatario señalando que los incendios fueron “intencionales”, aunque finalmente dejó que la Justicia se encargara de determinar responsabilidades.
El Ministerio Público Fiscal sigue investigando el caso, con varias detenciones relacionadas con el origen del fuego. Mientras tanto, el gobierno provincial ya tiene un dato tranquilizador: la Nación cumplió con el envío de los 5.000 millones de pesos comprometidos, destinados a la reconstrucción de las más de 150 viviendas afectadas en El Bolsón.
El proceso de reconstrucción se encuentra en marcha, pero el gobierno provincial ha admitido que será necesario reajustar partidas presupuestarias para cubrir las obligaciones asumidas. En este contexto, Weretilneck ratificó su compromiso con la recuperación de la zona afectada y con el bienestar de los habitantes, al tiempo que instó a no perder de vista el contexto fiscal complejo que enfrenta la provincia.
A pesar de los avances en la extinción de los incendios y la llegada de los fondos nacionales, las autoridades provinciales se encuentran abocadas a la resolución de otros problemas de fondo, como los reclamos gremiales y el debate salarial que, tras la tragedia, ha vuelto a tomar relevancia.
