La empresa Catedral Alta Patagonia y el Municipio avanzan con un desarrollo que promete revitalizar Bariloche, pero también genera divisiones.
Bariloche, ciudad turística por excelencia, se enfrenta a una disputa sobre el futuro de su emblemático Cerro Catedral. El proyecto que propone la empresa Catedral Alta Patagonia SA (CAPSA) junto con la municipalidad, busca transformar este centro de esquí en un destino de clase mundial, comparable con los grandes resorts internacionales como Zermatt (Suiza) o Chamonix (Francia). Sin embargo, la propuesta ha generado fuertes resistencias, especialmente entre sectores del peronismo y la izquierda, que cuestionan el impacto ambiental y las implicancias sociales de este ambicioso desarrollo.
¿Qué incluye el proyecto?
La iniciativa contempla un loteo sobre 100 hectáreas de tierras municipales, a cambio de las cuales la comuna recibiría un terreno para viviendas sociales en otra zona de Bariloche, donde el déficit habitacional es alarmante. De las 100 hectáreas, 76 serían desarrolladas, con una fuerte inversión en infraestructura, vialidades, redes de servicios, y nuevos equipamientos turísticos. El proyecto contempla la construcción de 4 hoteles de 5 y 4 estrellas, un shopping a cielo abierto, estacionamientos, residencias privadas, y un spa, entre otros. La inversión total, estimada en millones de dólares, correrá a cargo de CAPSA.
El principal objetivo es transformar el Cerro Catedral en un atractivo turístico durante todo el año, no solo en temporada alta de invierno. Desde la empresa afirman que la implementación del plan generaría 10.000 puestos de trabajo directos y beneficiaría a 600 pymes locales, incrementando en un 30% el flujo de turistas a Bariloche.
Resistencia y dudas
A pesar de los prometedores números económicos, el proyecto no ha logrado consenso. Sectores del peronismo, como el concejal Leandro Costa Brutten, se han pronunciado en contra, señalando la desnaturalización de la montaña y los riesgos ambientales que implicaría el loteo. Además, critican la falta de estudios técnicos sobre el impacto de las obras en la zona y cuestionan el uso de tierras municipales para fines inmobiliarios. La concejal Julieta Wallace también ha expresado su preocupación por la privatización de espacios públicos, asegurando que el proyecto beneficiaría solo a unos pocos.
Por otro lado, los opositores también señalan que la falta de infraestructura básica en la base del cerro, como agua, cloacas y energía, podría agravar la situación en una ciudad que ya enfrenta problemas de pobreza y desempleo.
La postura del intendente y los desarrolladores
Walter Cortés, intendente de Bariloche, ha sido un firme defensor del proyecto. Según él, la transformación del Cerro Catedral es una necesidad para ordenar la zona, mejorar los servicios y generar empleos en la ciudad. “Este proyecto ya existe desde 1992, y fue reafirmado en 2018. El objetivo es ordenar la zona, que hoy carece de infraestructura básica y está llena de irregularidades”, explica. Cortés subraya que la inversión privada es crucial para que Bariloche pueda competir con otros destinos turísticos internacionales.
Desde CAPSA, aseguran que todo el riesgo financiero recae sobre ellos, y defienden la idea de que el proyecto mejorará la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, especialmente al crear nuevas fuentes de empleo y atraer inversiones al área.
Un futuro incierto
El debate sobre el proyecto del Cerro Catedral refleja las tensiones inherentes al desarrollo urbano y turístico en una ciudad como Bariloche, donde el crecimiento económico y la conservación del entorno natural están en constante conflicto. La falta de consenso y las divisiones políticas complican aún más la decisión final, que probablemente quedará en manos del Concejo Deliberante y de las futuras gestiones municipales.
Mientras algunos ven en el proyecto una oportunidad única para modernizar la ciudad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, otros temen que el desarrollo inmobiliario transforme irreversiblemente el paisaje y la identidad de Bariloche. El futuro de la montaña más famosa de la Patagonia sigue siendo incierto.
Con información Diario Clarín