El proceso oral reunirá a 15 imputados, más de 200 testigos y requerirá una compleja coordinación judicial. La audiencia comenzará el 21 de julio y buscan evitar demoras tras la feria invernal.
A pocos días del inicio de la feria judicial de invierno, el Poder Judicial de Neuquén encara la etapa final de organización del megajuicio por la millonaria estafa con planes sociales. Se trata de un proceso de dimensiones inusuales, con 15 personas imputadas, más de 200 testigos convocados, siete fiscales, diez defensores y un tribunal conformado por tres jueces.
El juicio oral tiene fecha de inicio confirmada: será el 21 de julio, primer día hábil después del receso, según ratificó la jueza de Garantías Carina Álvarez al rechazar un pedido de postergación presentado por una de las defensas.
Sin embargo, todavía hay aspectos organizativos por resolver. Este lunes, una audiencia solicitada por la fiscalía de Delitos Económicos no logró avances: buscaba exigir a dos abogados defensores que presentaran su grilla de testigos y el tiempo estimado para cada declaración, pero la jueza Álvarez se declaró incompetente al considerar que se trataba de una cuestión administrativa.
El volumen del juicio obliga a una coordinación precisa para evitar demoras innecesarias. Uno de los ejes es la citación ordenada de testigos: se pidió a todas las partes que detallen los nombres y los tiempos previstos para cada exposición. La mayoría cumplió, excepto los abogados Elio García —quien no asistió a la audiencia— y Alfredo Cury, quien se presentó y prometió entregar la información requerida.
En paralelo, la sala de audiencias será reacondicionada con nueva tecnología, mobiliario y refuerzos en seguridad para garantizar el normal desarrollo del debate. Algunas citaciones estarán a cargo de la Oficina Judicial, mientras que otras serán gestionadas directamente por las partes.
La Dirección de Coordinación General convocará esta semana a una última reunión con fiscales y defensores para cerrar los aspectos logísticos pendientes antes del receso. El objetivo es claro: que el juicio comience en fecha y sin contratiempos, dadas sus características inéditas en la historia reciente del Poder Judicial neuquino.


