La Casa Rosada evalúa proponer al PRO cambios en el presupuesto de educación superior entre lunes y martes, buscando asegurar el respaldo al veto presidencial. La sesión clave está prevista para el miércoles, mientras el oficialismo aún carece de los votos necesarios para rechazar la ley de financiamiento universitario.
En medio de las tensiones políticas por el financiamiento de la educación superior, el Gobierno de Javier Milei se encuentra en negociaciones con el PRO y algunos sectores de la UCR para blindar el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario. En Casa Rosada, evalúan introducir cambios en el presupuesto 2025 que permitan redistribuir el gasto destinado a las universidades, lo que ofrecería una salida para que el PRO pueda justificar su apoyo al veto sin quedar asociado al kirchnerismo.
La estrategia gubernamental busca calmar las tensiones internas en el PRO, donde algunos sectores se muestran reticentes a respaldar una medida que consideran demasiado alineada con las políticas de Milei, mientras otros ven con preocupación la posibilidad de ser asociados al kirchnerismo si votan en contra del veto.
Los cambios en el presupuesto podrían ser presentados formalmente el martes próximo, cuando los secretarios de Hacienda y Finanzas de Luis Caputo, Pablo Quirno y Carlos Guberman, expongan ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Esta reunión será clave para convencer a los diputados indecisos, ya que el miércoles está prevista la sesión que definirá el futuro de la ley.
Los diputados y senadores del PRO
En el Gobierno se muestran optimistas, aunque sin respuestas concretas del PRO. La Casa Rosada les ha adelantado una propuesta de cambios en el presupuesto, pero aún no hay un consenso claro en el bloque que lidera Cristian Ritondo. “Todavía no tenemos nada concreto, veremos qué nos plantean”, señalaron desde el PRO, mientras otros adelantaron que el bloque podría dividirse en la votación.
Mientras algunos sectores del PRO se inclinan por respaldar el veto, otros quieren mantener la independencia política del partido y evitar convertirse en seguidores incondicionales de las políticas libertarias de Milei. Además, varios diputados lamentan no haber sido incluidos en las decisiones gubernamentales, especialmente en temas relacionados con la educación, donde figuras como Alejandro Finnochiaro y Luciano Laspina no fueron consultados.
El Gobierno, por su parte, busca al menos que los diputados del PRO ausenten a la votación para facilitar el alcance de los dos tercios necesarios para sostener el veto presidencial. En Casa Rosada confían en que Ritondo podría apoyar la medida, aunque temen la influencia de Mauricio Macri, quien se ha distanciado de Milei y ha mantenido silencio sobre el tema.
Si la votación del miércoles no resulta favorable para los intereses del Gobierno, no descartan recurrir a la Justicia para blindar el veto presidencial y evitar que la ley de financiamiento universitario prospere.