Aunque la economía muestra signos de recuperación, el consumo interno sigue estancado, lo que agrava la presión sobre los salarios y la calidad de vida.
En un contexto de rebote económico, la economía argentina parece estar enfrentando una paradoja: a pesar de los indicios de recuperación, el consumo sigue sin despegar, y los hogares no logran ver un alivio claro en sus bolsillos. La inflación sigue presionando sobre los salarios, mientras los pronósticos de consumo para abril apuntan a otro retroceso.
A pesar de la aceleración inflacionaria de marzo, que sorprendió con un 3,7% de aumento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), las expectativas para abril no son mucho mejores. Según las consultoras privadas, se prevé una suba de precios de entre 2,5% y 3,5%, lo que mantiene a los trabajadores argentinos con el poder adquisitivo en vilo.
Para paliar esta situación, el gobierno convocó al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que se reunirá el próximo martes 29 de abril para revisar y actualizar el monto mínimo de los salarios, que se encuentra en ARS $296.832 desde marzo. Si bien este aumento parcial no es suficiente para contrarrestar el impacto de la inflación, se espera que marque un paso hacia la actualización de los sueldos.
El consumo sigue siendo una preocupación
Mientras tanto, los datos sobre el consumo siguen sin mostrar signos claros de mejora. Según un informe reciente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), si bien hubo un avance del 4,2% en marzo en comparación con el mismo mes del año pasado, la medición intermensual de febrero a marzo reflejó una caída del 1,1%. La inflación inesperada interrumpió el proceso de recuperación de los ingresos de los hogares, lo que dificultó la reactivación del consumo.
Por su parte, la consultora Nielsen IQ reportó una caída del 0,3% en el consumo interanual durante marzo, destacando un retroceso importante en el rubro de bebidas, que bajó un 2,7%. Esta caída refleja la resistencia del mercado interno a recuperarse, a pesar de las señales de una economía más fuerte en otros sectores.
Preocupación en el sector privado
La situación es especialmente preocupante en sectores clave como el de bienes durables. A pesar de que el consumo masivo está en proceso de recuperación, la demanda de productos como electrodomésticos y autos se ha moderado. Esto se debe, en parte, al fuerte endeudamiento de los hogares, que se refleja en el aumento de la deuda en tarjetas de crédito y préstamos personales.
El presidente de Focus Market, un estudio de investigación de mercado, anticipó que los datos preliminares de abril podrían indicar una nueva caída en el consumo interanual, lo que prolongaría la tendencia negativa que afecta la capacidad de compra de las familias.
El impacto del tipo de cambio
La reciente flexibilización del control cambiario también ha generado incertidumbre. La devaluación moderada del peso frente al dólar podría llevar a un aumento de los precios, lo que perjudicaría aún más el poder adquisitivo. En este sentido, algunos analistas prevén que la estabilización del tipo de cambio podría minimizar el impacto de esta alza en los precios, pero aún es incierto cómo afectará a la economía en general.
El presidente Javier Milei ha desestimado algunos de los sondeos sobre el consumo, sugiriendo que el cambio en las formas de compra (como el auge del comercio electrónico) podría estar distorsionando la percepción de una recuperación real del consumo. Según Milei, el aumento de compras a través de plataformas como MercadoLibre no refleja necesariamente una mejora en el poder adquisitivo de los hogares.
La recuperación económica de Argentina en 2025 parece ser solo parcial y está marcada por un consumo interno que no logra despegar. A pesar de que algunos indicadores económicos muestran señales positivas, como el repunte de la producción y las exportaciones, la inflación sigue siendo un obstáculo significativo para los salarios y la capacidad de compra de los argentinos. La situación plantea un desafío para el gobierno y las organizaciones sindicales, que deberán seguir ajustando sus políticas para garantizar que el crecimiento económico llegue finalmente a los hogares del país.
Con información de Bloomberg


