El abogado de Pablo Parra rechaza que el debate por el crimen de Agustina Fernández se realice en el CCC. Asegura que el público puede influir en el jurado.
El abogado Juan Manuel Coto, defensor de Pablo Parra, quien será juzgado por el femicidio de Agustina Fernández, se opone a la posibilidad de que el debate se desarrolle en un recinto más amplio, para permitir la mayor cantidad de público dado el interés que ha generado el caso.
El juicio por el crimen de la joven estudiante de La Pampa será entre el 6 y el 17 de mayo con más de 100 testigos. Ante la conmoción que provocó el brutal femicidio y el reducido espacio de las salas de audiencias en los tribunales de España y Urquiza, es casi un hecho que las audiencias sean en otra sede. Además, se transmitirían por YouTube.
“Sabemos que desde la Fiscalía y entiendo que, con el acompañamiento del gobierno municipal, están pretendiendo hacerlo en el Complejo Cultural (Cipolletti), cuando nunca se hizo un juicio en ese lugar”, expresó Coto.
Sostuvo que ya planteó su negativa y que la reiterará en una audiencia que se efectuará próximamente, en la que se definirán otros aspectos del proceso oral y público. Para el profesional, la alternativa de difundir por redes sociales las imágenes de las audiencias, sería mucho más efectiva para darle difusión al proceso.
El abogado Juan Manuel Coto rechaza que el juicio a Pablo Parra se realice fuera de Tribunales.
Anahí Cardena
“Si es el propósito es que el juicio sea accesible a la mayor cantidad de personas, tenemos la posibilidad de transmitirlo en vivo por Youtube para que lo pueda ver la gente de todo el mundo”, dijo Coto a LU19.
El abogado defensor intenta evitar que Parra y, especialmente, el jurado, enfrenten a un gran auditorio.
La historia local y su influencia en el jurado
Por otra parte, el abogado advirtió que el historial de crímenes de mujeres que carga Cipolletti podría influir en la objetividad de los integrantes del jurado popular que deberá definir si es culpable o inocente.
“A nosotros nos parece que cualquier vecino de Cipolletti que le haya tocada vivir esa historia, evidentemente va a estar condicionado”, expresó el profesional en la misma entrevista radial.
Reconoció la severidad de su afirmación y el impacto que puede causar en la población local, pero aclaró que “hay que estar dispuesto a aceptarla” al subrayar la inocencia de su cliente, al que buscarán que lo absuelvan.
“No proponemos que en este caso haya impunidad. Proponemos que en este juicio haya una persona absuelta. La impunidad va a ser condenar a un inocente. Ésa es nuestra postura”, enfatizó Coto, quien ya anticipó que presentará como prueba clave para defender a Parra los rastros de ADN que encontraron bajo las uñas de la víctima, que pertenecerían a otro hombre, que no es el acusado.
Un caso resonante con un juicio en un auditorio
En la ciudad ya hay antecedentes de juicios realizados en un auditorio amplio para garantizar que el acceso a la mayor cantidad posible de vecinos. Fue el juicio por uno de los casos que mayor conmoción causó en la historia de Cipolletti, el triple crimen de 2002.
El femicidio de 1997 partió en dos la historia de la ciudad. El caso derivó en la creación de la Cuarta Circunscripción Judicial para que Cipolletti contara con sus propios jueces y fiscales. La ciudad vivía en ebullición, entre la bronca y el dolor por la impunidad en torno a los crímenes de las hermanas Paula y María Emilia González y su amiga Verónica Villar.
En ese contexto se produjo la masacre del laboratorio, en la que fueron asesinadas la psicóloga Carmen Marcovecchio, la bioquímica Mónica García y la paciente Alejandra Carbajales. En los dos años que duró la investigación, la presión de la comunidad para hallar a los culpables provocó que se descartaran las sedes de Tribunales para el juicio.
Sin redes sociales que facilitaran la difusión de las audiencias, el juicio contra David Sandoval y de Orlando “El Clavo” Sandoval se llevó a cabo en el auditorio de Luz y Fuerza.
El juicio terminó con absoluciones por el beneficio de la duda. David Sandoval volvió a ser juzgado por decisión del Superior Tribunal de Justicia, en 2007, y condenado a perpetua.
Ese fallo fue anulado por la Corte Suprema de Justicia, que consideró que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. El único condenado quedó en libertad en 2010.
Fuente LMC
