La desregulación del mercado inmobiliario y la falta de políticas públicas agravan la situación de los inquilinos. En localidades turísticas y petroleras, los precios son impagables y crece el déficit habitacional.
La crisis habitacional en Neuquén se profundiza mes a mes. Más del 50% del ingreso promedio de una familia se destina al pago del alquiler, una cifra que refleja el peso del mercado desregulado y la ausencia de políticas públicas que garanticen el acceso a la vivienda.
“Hoy las familias están asfixiadas. Los niveles de gasto en alquiler son históricos y no dejan margen para vivir ni proyectar”, alertó Federico Prior, referente de la Federación de Inquilinos Nacional en Neuquén.
El dirigente explicó que en la provincia rige una “desregulación total” del mercado inmobiliario, sin organismos de control ni medidas que protejan a los inquilinos. “Generalmente se ve el alquiler como un negocio entre partes, pero detrás hay un derecho constitucional: el acceso a la vivienda”, sostuvo.
La situación se agrava en las zonas cordilleranas y petroleras. En Villa La Angostura y San Martín de los Andes, la expansión de los alquileres turísticos desplazó a los contratos permanentes y disparó los precios. En tanto, en la zona de influencia de Vaca Muerta, la demanda derivada del crecimiento poblacional hace que los valores sean “exorbitantes e impagables”.
Según Prior, el fenómeno está estrechamente vinculado al flujo migratorio interno que registra Neuquén: “El año pasado ingresaron unas 22.000 personas, lo que presionó aún más sobre un mercado ya saturado”.
A partir de la desregulación, los contratos se firman por períodos cada vez más cortos, con aumentos trimestrales o cuatrimestrales indexados por inflación. “Los inquilinos están completamente desprotegidos. Hace más de 30 años que el precio del alquiler no está regulado de manera inicial en la Argentina”, señaló.
A los problemas económicos se suman las restricciones sociales. “Si tenés hijos o mascotas, no te alquilan. No hay precios de referencia ni criterios claros según la calidad o la zona de la vivienda”, advirtió el referente.
Para Prior, la crisis habitacional neuquina requiere una respuesta estatal urgente: “Hay muchas experiencias en otros países que podrían adaptarse, pero falta una política de vivienda integral. Hoy la vivienda está tratada como mercancía, no como un derecho”.
