La construcción del hotel y restorán Cauma, en la zona oeste de Bariloche, volvió a quedar en el centro del debate público. Mientras la obra avanza sobre un terreno de 5,5 hectáreas junto al lago Moreno, organizaciones vecinales y ambientalistas exigen su paralización y cuestionan duramente al municipio por presuntas irregularidades en la autorización del proyecto.
El arquitecto Gonzalo Navarro, uno de los responsables de la obra, defendió la legalidad del emprendimiento y aseguró que cuentan con todas las habilitaciones municipales. Según explicó, el hotel boutique tendrá capacidad para 64 huéspedes y se complementará con un restorán de 1.000 metros cuadrados. La obra incluye la demolición parcial de un morro y una intervención vial sobre la avenida Bustillo.
Grupos como el Observatorio por el Derecho a la Ciudad, Árbol de Pie y varias juntas vecinales del oeste denunciaron un “secretismo” por parte del Ejecutivo municipal y pidieron que se declare la nulidad de todo el proceso administrativo. Aseguran que el expediente fue negado reiteradamente y que recién pudieron acceder a su contenido hace pocas semanas.
Entre las principales críticas figura la falta de participación ciudadana. Las organizaciones señalan que nunca se convocó formalmente a las comisiones de gestión de las reservas naturales urbanas afectadas, como El Trébol y Morenito/Ezquerra, a pesar de que la normativa lo exige para este tipo de emprendimientos en áreas protegidas.
Navarro afirmó que sí hubo instancias de consulta, como una reunión abierta realizada en el club de Regatas. Sin embargo, admitió que el encuentro no arrojó consensos y que los asistentes se limitaron a rechazar el proyecto sin proponer alternativas. También mencionó que, a pedido del municipio, incorporaron obras de “externalidad positiva”, como una escalera de acceso al lago y mejoras en la calle de ingreso.
Los opositores, por su parte, sostienen que se detectaron al menos 27 irregularidades en el expediente y desconfían de la información aportada por la empresa. La vecina María Ruffo denunció que “quieren avanzar igual, contra las normas específicas de las reservas naturales urbanas”, y calificó el proceso como “borrascoso”.
El Concejo Municipal, la Defensoría del Pueblo y el Tribunal de Contralor emitieron notas recientes pidiendo al Ejecutivo que detenga las obras hasta verificar los hechos denunciados. “Podría estarse perjudicando un bien superior, que es el medio ambiente”, señalaron en sus respectivos pronunciamientos.
Navarro replicó que la obra se ajusta al “Plan de Desarrollo Urbano Ambiental del Oeste” y que esa normativa es incluso “más estricta” que los planes de manejo de las reservas. Aseguró que el sistema de tratamiento de efluentes fue rediseñado y que los residuos serán bombeados a lechos filtrantes en una zona más alejada del lago.
El arquitecto evitó revelar quiénes son los inversores detrás de Cauma. Sólo dijo que son argentinos que no residen en el país, que no tienen antecedentes en hotelería, pero que desarrollan proyectos similares en otras partes del mundo. Mientras tanto, el conflicto sigue escalando en una ciudad donde la relación entre turismo, naturaleza y desarrollo urbano está cada vez más tensionada.
