Inspectores de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro realizaron una inspección en las inmediaciones de Sierra Grande, como parte del seguimiento ambiental de la segunda etapa del oleoducto Vaca Muerta Sur. Este monitoreo busca garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales vigentes en uno de los proyectos energéticos más importantes del país.
La secretaria de Ambiente y Cambio Climático, Judith Jiménez, explicó que el objetivo de esta actividad es monitorear los suelos y la futura infraestructura de la Terminal de Carga en Punta Colorada. “Los inspectores presenciaron el inicio de la segunda campaña de muestreos de suelos, calicatas y ensayos sísmicos en la futura terminal y en el predio donde se ubicarán las válvulas, cerca de la costa”, detalló la funcionaria.
Este control reafirma el compromiso del Estado en la fiscalización de proyectos energéticos de gran escala, priorizando tanto la salud pública como la protección del ambiente. “Desde el primer día hacemos un seguimiento cercano y riguroso de todas las etapas del proyecto para minimizar cualquier impacto negativo”, destacó Jiménez.
Avance del oleoducto Vaca Muerta Sur
El proyecto del oleoducto Vaca Muerta Sur contempla la construcción de una terminal de recepción, almacenamiento y exportación de crudo, que se distribuirá a través de un sistema de oleoductos y monoboyas para su exportación vía buques tanqueros.
La obra se ejecuta en dos etapas. La primera, en proceso, abarca 128 kilómetros desde Loma Campaña, en Neuquén, hasta Allen. La segunda etapa, actualmente en planificación, conectará con Sierra Grande a través de un tramo de 437 kilómetros. Una vez finalizado, el oleoducto permitirá la exportación de 135 millones de barriles de petróleo por año, posicionando a Argentina como un jugador clave en la exportación de crudo en la región.