La central obrera se movilizó en el centro porteño bajo la consigna “El trabajo es sagrado”, con la presencia de las CTA y organizaciones sociales. Denunciaron el impacto de las políticas de ajuste y la caída del poder adquisitivo. Seguridad activó el protocolo antipiquetes y retuvo micros en los accesos a la Ciudad.
Por el Día Internacional del Trabajador, la Confederación General del Trabajo (CGT) encabezó este miércoles una masiva movilización en el centro de la Ciudad de Buenos Aires con un mensaje político directo al Gobierno de Javier Milei: defensa del trabajo, rechazo al ajuste y llamado a frenar la destrucción del tejido productivo.
La jornada, que comenzó con una concentración en avenida 9 de Julio e Independencia y concluyó en el monumento Canto al Trabajo, estuvo acompañada por las dos CTA y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), en un gesto de unidad frente al escenario económico y social que atraviesa el país.
La consigna de la marcha —“El trabajo es sagrado”— sintetizó el reclamo contra la recesión, la pérdida salarial, la desfinanciación del sistema previsional y el avance de la precarización. La central obrera volvió a dejar en claro su posición crítica frente al rumbo del Ejecutivo libertario, con el que mantiene un vínculo distante desde el inicio de la gestión.
En medio del despliegue del protocolo antipiquetes, el Ministerio de Seguridad ordenó operativos en los accesos a la Ciudad, que derivaron en la retención de al menos 29 micros con manifestantes provenientes de distintas provincias. Hubo denuncias de detenciones arbitrarias y demoras que dificultaron la llegada de delegaciones a la movilización.
Tras la marcha, el gobernador bonaerense Axel Kicillof mantuvo una reunión en la sede de Azopardo con la conducción de la CGT, donde volvió a cuestionar las políticas nacionales: “Este gobierno va contra el salario, contra las jubilaciones y contra la industria. Está destruyendo todo lo que la Provincia representa y necesita para crecer”, afirmó.
Participaron del encuentro los secretarios generales Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello; Hugo Yasky y Hugo Godoy por las CTA; y otros referentes gremiales. También estuvieron presentes ministros bonaerenses, intendentes del conurbano e integrantes del gabinete provincial.
En diálogo con la prensa, Héctor Daer criticó con dureza la narrativa oficial sobre una supuesta recuperación de los ingresos: “No quiero decir que el presidente miente, pero es una fantasía que los salarios crecen. La pirámide de ingresos se achata y el consumo se desploma”. Y remarcó que la informalidad avanza a niveles alarmantes.
El encuentro con Kicillof, dijeron desde la CGT, no tuvo tono electoral pero sí contenido político: “La situación social es crítica y se necesita unidad. No hablamos de listas, hablamos de futuro”, concluyó Daer.
Mientras tanto, en las inmediaciones del Congreso, jubilados protagonizaron una nueva protesta semanal por mejoras en sus haberes, que también fue reprimida con el despliegue del protocolo antipiquetes.