Una encuesta del Conversatorio ComPol, realizada en San Carlos de Bariloche indicó que la imagen del gobierno de Walter Cortés, tuvo un leve descenso respecto del 19% de votos obtenidos en el 2023, y se mantiene en el 17,6 de imagen positiva actual, contra un 53,9% de imagen negativa.
En la ciudad un 24,5% la califican como regular. Este estancamiento posee diversas razones: una, es la falta de coincidencia entre la agenda ciudadana (lo que se considera importante hacer), y la agenda gubernamental (lo que están haciendo). Por ejemplo, el acceso a la vivienda (21,7%) y el funcionamiento del Transporte Urbano de Pasajeros (21,7%), son los dos temas más importantes para los barilochenses.
La bandera principal del gobierno municipal, es la pavimentación, y la “lucha contra la burocracia”. El primero, es el cuarto tema detrás del mejoramiento de la circulación (17%).
El 44,8% de los encuestados consideró que la ciudad va a estar peor de cara al futuro. El 31,9% que no cambiará nada. Es decir, un 76,7% posee espectativas negativas sobre el futuro del municipio. Apenas el 20% tiene expectativas positivas.
Por supuesto, se midió la experiencia que los barilochenses atraviesan con su principal fuente de empleo: el turismo. El 62,2% no está conforme con las acciones de gobierno, tendientes a garantizar buenas temporadas. Es decir, asegurar el funcionamiento de la economía.
Cuando los encuestados fueron consultados respecto a si volverían a votar a la actual gestión, el resultado no sorprende: el gobierno mantiene una base electoral parecida a la que le permitió ganar la elección (15,2%). Y si bien perdió adeptos (6,3%), logró sumar otros sectores (5,7%).
El dato más importante, es el inmenso número de personas que señalan que no votaron y no votarán (25,3%). Es decir, no se logra construir confianza en vastos sectores que se manifiestan sin expectativas positivas en el sistema democrático.
Imágenes de dirigentes locales
Se trata de la medición de imágenes, de los dirigentes que superan el 10% de conocimiento en la sociedad, donde se sigue observando un escenario disperso, sin ningún dirigente con predominio sobre otros.
Hay un 30% de nombres nuevos (que sólo se presentaron a elecciones en 2023 o nunca se presentaron). Eso habla de cierta renovación que no llegó a culminar, precisamente por la dispersión y fragmentación del voto. Es decir, existen muchos electores buscando algo y saben bien qué.
Los de mayor imagen negativa (sumando la mala y muy mala) son Walter Cortés 57%, Carlos Aristegui 43% y Juan Pablo Ferrari 41%, los tres con la mayor trayectoria en política.
En el otro extremo, se encuentra Facundo Villalba, el más joven de la camada de dirigentes, con un 21% de imagen negativa. Es
cierto, también, que es el que mayor desconocimiento tiene en la ciudad (24%), junto con Wallace (28%).
En el peronismo, los que mejor imagen tienen son Costa Brutten (30%) y Julieta Wallace (22%). Esta última, con menos imagen positiva pero con mayor desconocimiento (puede crecer). El intendente, que comparte ese mismo universo, tiene un 16%.
Dentro de JSRN, la que mejor cosecha es la abogada Marcela Abdala con un 29%, relegando a Juan Pablo Ferrari con un 20%. Si bien es la fuerza con más oferta de dirigentes, la mayoría no supera niveles de conocimiento.
Primero Río Negro y Cambiemos disputan el mismo universo: tanto Facundo Villalba y Carlos Aristegui, aparecen en escena. En este caso, el mejor posicionado es Facundo Villalba (33%), contra un 15% del referente de Cambiemos.
Imágines de dirigentes provinciales
En este segmento, todos los dirigentes tienen dos caracteríticas: o niveles de desconocimiento altos, o imágenes negativas por encima de la positiva.
Entre las positivas que más se destacan, surgen nombres que no asombran. Aquí se repiten los
datos de las elecciones provinciales. Aníbal Tortoriello, con 25%, lidera los números y la figura del Gobernador, Alberto Weretilneck, obtiene un 17%.
Un dato que no puede pasar desapercibido, es que los barilochenses siguen considerando a Gustavo Gennuso, con el 25%, positiva, pese a estar un año sin actividad. Pedro Pesatti tiene 11% de imagen positiva, pero con un desconocimiento del 27%, que marca que puede crecer.
En el segmento libertario: tanto Ariel Rivero como Lorena Villaverde dominan la escena. El primero con un 15% de imagen positiva, y la segunda con 6%. La diferencia está en las negativas, donde la diputada de la LLA posee un 50% de negatividad, aunque tiene mucho nivel de desconocimiento para crecer y positivisarse.
En la franja del peronismo, se destaca María Emilia Soria, con un 22% de imagen positiva y un 14% de desconocimiento. Es la dirigente provincial que mejor imagen posee en la ciudad andina.
Evaluación de casos
Se midieron dos hechos de gobierno que ocuparon más de 15 días en el debate público. Uno, fue el proceso de compra de la “Hormigonera”. El otro, la renuncia y reconsideración del concejal Tomás Hercingonj.
En el caso del concejal los encuestados respondieron: el 12%, no se enteró; el 25.5%, es un escándolo y debería irse; el 16.8% no se juega con las instituciones; al 22.2% no le parece importante; el 8.6%, es normal y parte de la democracia y el 18.8% señaló que la responsabilidad es de Gerardo Dek Río y Walter Cortés.
En el caso de la compra de la hormigonera: el 22.5% no se enteró; el 19.5%, que daña la imagen del gobierno; el 12.6% dijo que pagar sobreprecio no es delito mientrass las máquinas estén; el 14.6% no cree que pase nada; el 11.2% aunque robe el gobierno está haciendo y el 19.5% pagar sobreprecio es delito y el intendente debe dar explicaciones.
Consideraciones
Esteban Concia, Director de Comversatorio ComPol, en sus consideraciones generales del relevamiento, indicó surge que la sociedad ya no quiere ser representada por “los mismos de siempre”. El voto (hoy) es como un pez, que navega en el mar de la información (y la confusión) intentando encontrar un lugar que les permita identificar un rumbo.
Por supuesto, esto no es sólo un proceso que atraviesa la política, sino el conjunto de organizaciones e instituciones de la sociedad.
Bariloche no escapa a ese escenario. La fragmentación electoral evidenciada el año pasado (más la falta de inasistencia a votar), es la cristalización de un proceso de rechazo a la representación. Al menos, a este tipo de representación.
Afortunadamente, podemos decir que, como agencia, en los trabajos publicados durante el 2023, habíamos advertido la situación.
Hacer calles, obras, gestionar las áreas del Estado, es un requisito que el electorado demanda pero que no sorprende: es lo que debería ser normal. Un piso mínimo exigible. El electorado pretende mucho más: desea creer que alguien vendrá y no será un político más. Quiere alguien más parecido a sí mismo que a la política.
La política enfrenta un difícil escenario, y para enfrentarlo con éxito deberá dejar de ser ella misma. Tarea difícil en esquemas que funcionan como conglomerados de intereses que resultan difíciles de ordenar.