El crecimiento de Vaca Muerta y reformas favorables a la inversión han impulsado la industria argentina. En contraste, la colombiana enfrenta menor inversión y más cargas tributarias.
El resultado es el reflejo de una serie de obstáculos que ha enfrentado la industria colombiana, en medio de alzas en los impuestos y desafíos a la inversión, y del impulso de la producción de shale (la producción de petróleo en formación de esquisto), una apuesta del gobierno de Javier Milei con el yacimiento de Vaca Muerta.
Históricamente, Colombia se ha destacado como el tercer mayor productor de petróleo en América Latina, solo por detrás de Brasil, que cerró el año pasado con una producción de 4,32 millones de barriles diarios, y Venezuela, que en diciembre alcanzó los 998.000 barriles diarios, según datos de la OPEP.
Si esta tendencia se mantiene en 2025, evidenciará dos realidades opuestas en la industria petrolera regional: por un lado, un sector en declive en medio de un gobierno que prioriza otras fuentes de ingresos, y por otro, una industria en expansión impulsada por técnicas como el fracking y un entorno regulatorio más favorable para la inversión privada.
La incertidumbre colombiana
En Colombia, el sector ha enfrentado una reducción de la actividad de perforación y de inversión extranjera. Según un informe de la Cámara colombiana de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol) sobre el desempeño de los taladros, entre enero de 2023 y diciembre de 2024, “la actividad de perforación de pozos pasó de 55 a 24 equipos (-56,4%), perdiendo cerca de 20.000 puestos de trabajo en las regiones”.
El análisis de Campetrol dice que esto refleja la menor actividad de perforación, los bloqueos en regiones productoras y la incertidumbre regulatoria. Según los datos del gremio, la Inversión Extranjera Directa en el sector petrolero sumó un valor de US$1.822 millones, inferior en US$779 millones, 30% menos comparado con el mismo periodo de 2023.
Campetrol advierte que el entorno operativo ha sido afectado por factores como la “sobretasa al impuesto de renta, los paros y bloqueos, que han comprometido el empleo de calidad, los encadenamientos productivos y la dinámica económica en las regiones productoras”.
El año pasado, la Corte Constitucional dejó en firme la sobretasa de renta que las petroleras tienen que pagar tras la reforma tributaria que logró aprobar el gobierno de Gustavo Petro, quien ha dicho abiertamente que el país debe cambiar su matriz energética y dejar a un lado el petróleo.
Petro ha insistido en varias ocasiones su visión de cambiar el modelo económico del país, más allá de las industrias extractivas. El año pasado, aseguró que el crecimiento de 2% que ha tenido la economía colombiana lo que muestra es la caída de un modelo de desarrollo económico sustentado en el carbón y el petróleo.“Tenemos que dejar de vivir del carbón, del petróleo y del gas. ¿En cuánto tiempo? En menos de 10 años”, dijo en octubre pasado.
El martes en la noche, en un consejo de ministros transmitido en vivo, reiteró su posición y le pidió a Ecopetrol (ECOPETL) vender su operación de fracking en Estados Unidos. El mandatario colombiano le dijo a su ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, “si nosotros estamos contra el fracking, yo quiero que se venda esa operación para invertir esos recursos en energías limpias en Colombia”.
Esto se suma a las sobretasas impuestas por su gobierno, que son de 5% o 10% para la extracción de carbón y de 5%, 10% o 15% para el crudo, según el desempeño de los precios internacionales. Ahora, el gobierno impuso un nuevo impuesto al sector en medio de la emergencia económica que se decretó por la situación de orden público en el departamento del Norte de Santander, al oriente del país.
”Los obstáculos están asociados al ambiente de inversión en el país y los mensajes, anuncios y medidas permanentes en contra del sector y el deterioro a todo nivel de las condiciones para operar en el país en temas sociales, ambientales y de seguridad física. En general, se observan inversiones a corto plazo y pocos o nulos proyectos con visión de mediano y largo plazo”, dijo Julio César Vera, presidente de Xua Energy
Según el informe Tendencias y Perspectivas del Sector Petróleo y Gas en Colombia 2023-2024, elaborado por la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), “en 2023 la inversión total en exploración y producción de petróleo en Colombia fue de US$4.830 millones, 1% inferior a la de 2022″.
Para 2024, la ACP proyectaba una reducción adicional del 5%, con una inversión estimada de US$4.600 millones. La tendencia decreciente en la inversión ha sido impulsada por factores como la carga tributaria, la falta de incentivos para la exploración y la creciente conflictividad en las regiones productoras, dijo la Asociación.
Fuente Bloomberg (Por Carlos Rodríguez Salcedo)