La ciudad rionegrina celebra un nuevo aniversario mientras avanza la obra del oleoducto Vaca Muerta Sur, que la posiciona como punto neurálgico entre la cuenca neuquina y la costa atlántica.
Allen cumple 115 años en plena transformación. Históricamente ligada a la producción frutícola y al paso del tren, la ciudad se reconfigura como un nodo estratégico para el desarrollo energético del país, gracias al avance del oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS), una obra de más de 600 kilómetros que conectará la cuenca neuquina con la costa rionegrina.
En la barda norte de la ciudad se construye la cabecera de bombeo del ducto, que trasladará petróleo desde Loma Campana, en Neuquén, hasta Punta Colorada, en el golfo San Matías. El tramo Allen-Punta Colorada representa más de 470 kilómetros de tuberías que convertirán a Río Negro en un corredor clave para la exportación de hidrocarburos hacia mercados internacionales.
El proyecto VMOS está a cargo de un consorcio de empresas integrado por YPF, Pan American Energy, Vista, Pampa Energía, Pluspetrol, GyP, Chevron y Shell. La inversión comprometida supera los 1.000 millones de dólares y se estima que generará ingresos por regalías superiores a esa cifra para la provincia durante los próximos 13 años.
En palabras del intendente Marcelo Román, “Allen está en el centro de una transformación histórica. El oleoducto no solo trae desarrollo energético, sino que abre oportunidades para nuestros vecinos y vecinas”.
La infraestructura, que avanza a ritmo sostenido, se construye a pocos metros del trazado de Oldelval, otro de los grandes sistemas de transporte de crudo del país. En ese punto se encuentra la conexión que permitirá articular la producción de Vaca Muerta con su salida directa al mar.
El aniversario de la ciudad encuentra a Allen en una encrucijada: consolidar su nueva identidad como actor central del mapa petrolero, sin perder de vista las demandas locales en infraestructura, educación y servicios. En ese marco, también se discute la creación de un polo universitario en el predio del viejo hospital, como parte de un plan para ampliar las oportunidades de formación profesional en la ciudad.
Allen ya no es solo un punto en la ruta entre Neuquén y el Alto Valle. Hoy es, además, una bisagra entre la matriz energética actual y el modelo exportador que se proyecta desde Vaca Muerta hacia el mundo.
